Documento de posición del Grupo PPE sobre la lucha contra la inflación y el aumento del coste de la energía y de la vida: garantizar un invierno solidario

La guerra de agresión de Rusia está causando un inmenso sufrimiento al pueblo de Ucrania y constituye un ataque directo a los valores europeos. Tiene un impacto significativo en la economía de la UE, especialmente a través de un aumento dramático de los precios de la energía y los alimentos. La tasa de inflación de la zona del euro alcanzó gradualmente el 9,1% en agosto de 2022, y casi la mitad de sus Estados miembros sufren tasas de dos dígitos, algunas de las cuales llegan hasta el 25% de inflación. Además, y debido al impacto indirecto de los elevados costes de la energía, la mayoría de los indicadores de la inflación subyacente han aumentado y la presión inflacionista se ve alimentada aún más por la devaluación del tipo de cambio del euro. Todo ello se suma a los retos a los que ya se enfrentan nuestras economías debido a la pandemia del COVID-19. Las empresas tienen que replantearse sus estrategias debido al aumento de los costes de producción por el encarecimiento de las materias primas, la limitación de las cadenas de suministro y los precios del transporte y la energía, combinados con los cambios en el comportamiento de los consumidores y el compromiso con nuestros objetivos climáticos. Los ciudadanos luchan por llegar a fin de mes y, además de los hogares con bajos ingresos, la clase media se ve cada vez más afectada. Tenemos que ser sinceros: el invierno que nos espera no será fácil. Ucrania necesita que permanezcamos unidos en estos tiempos de prueba. Y para permanecer unidos también necesitamos garantizar la solidaridad con los más afectados por las secuelas económicas de esta guerra. Más Europa debe formar parte de una solución global que aborde nuestros retos inminentes.

1. Es necesaria una actuación específica para luchar contra el aumento de los costes

El aumento del coste de la vida ya está obligando a millones de europeos a tomar decisiones difíciles, y el invierno no hará sino agravar la situación. Ante la falta de oferta y la desaceleración gradual de la demanda, las medidas gubernamentales en toda Europa deben encontrar un delicado equilibrio entre llegar a los más necesitados sin alimentar innecesariamente aún más la inflación. En este contexto, la UE tiene un papel de coordinación para organizar la seguridad del suministro energético, estabilizar los niveles de precios y ayudar a las empresas a sobrevivir y crecer. La cuestión clave es cómo puede la UE posibilitar, facilitar y apoyar mejor estas medidas de apoyo específicas, que organizan la solidaridad en y entre los Estados miembros.
Los marcos vigentes permiten a los Estados miembros aplicar tipos reducidos a determinados carburantes. La posibilidad de aplicar tipos del IVA del 0% a determinados productos debe evaluarse en relación con el mantenimiento de una fuente estable de ingresos. La mayoría de los Estados miembros han recurrido en los últimos meses a parte de la flexibilidad que ofrece la legislación de la UE, pero se puede hacer más. Es necesaria una actuación conjunta y coordinada de la UE.

El Grupo PPE pide a la Comisión que considere la posibilidad de dar a todos los Estados miembros espacio para introducir más exenciones o reducciones temporales de los impuestos especiales y los impuestos sobre la energía para aliviar la carga de los hogares y las empresas.
El Grupo PPE pide a los Estados miembros que consideren la posibilidad de eximir del IVA a los alimentos básicos (como las frutas y verduras no procesadas y los productos lácteos) en toda la UE, mientras continúe la crisis; y pide, en este sentido, a la Comisión y a los Estados miembros que proporcionen una supervisión y aplicación efectivas por parte de las autoridades de vigilancia del mercado y de competencia para garantizar que la reducción se traslada a los ciudadanos.
La Comisión debe asegurarse de que todas las solicitudes de exenciones o reducciones temporales presentadas por los Estados miembros se tramiten de forma rápida y coherente. Todas las medidas de ayuda deben llegar realmente a los hogares y las empresas.
Para coordinar mejor las políticas de los Estados miembros, el Grupo PPE pide un foro de respuesta rápida: la creación de un Consejo Ministerial mensual de la UE sobre el "coste de la vida" que reúna a los ministros de de todos los ámbitos políticos pertinentes y que informe al Parlamento Europeo. Esto permitiría identificar las mejores prácticas y mitigar el posible impacto transfronterizo de las políticas nacionales divergentes.
El Grupo PPE apoya la propuesta de la Comisión de establecer un tope temporal de emergencia para los ingresos del mercado obtenidos de la venta de electricidad a escala europea. El plan pretende establecer un tope para los ingresos de los productores de electricidad que no utilicen gas ni carbón duro, así como una tasa adicional razonable sobre los beneficios imponibles excedentes de las empresas de combustibles fósiles, y que esta solidaridad temporal contribuya a reducir los costes energéticos de los hogares y las empresas. El Grupo del PPE critica que esta propuesta adopte la forma de un Reglamento del Consejo (artículo 122 del TFUE), excluyendo la función legislativa del Parlamento Europeo. ¡La premura de tiempo no es excusa para eludir la democracia!
El Grupo PPE subraya la importancia de las intervenciones basadas en el mercado, como los límites temporales de precios que no perturban el funcionamiento del mercado interior de la Unión Europea, no destruyen los incentivos para el ahorro de energía y no obstaculizan las inversiones en energías renovables y proyectos de infraestructura.
Apoyamos la idea de intervenir en el RCCDE, lo que generará el dinero necesario y al mismo tiempo mitigará el precio del RCCDE. No se trata de un efecto secundario no deseado, sino de algo que necesitamos desesperadamente en estos tiempos de crisis. Queremos contribuir a la reducción del precio de la electricidad y de los costes energéticos para la industria. Al mismo tiempo, nos comprometemos firmemente con la posición del Parlamento Europeo sobre el objetivo climático para 2030. La política fiscal de los Estados miembros debe desempeñar un papel relevante en el actual contexto inflacionista: los esfuerzos fiscales deben centrarse en los hogares con rentas más bajas y en las empresas más vulnerables a las perturbaciones económicas. Además, deben ser de carácter temporal para no acelerar el déficit estructural y evitar distorsiones en las señales de precios.
El Grupo PPE toma nota de que varios Estados miembros, cuando el espacio fiscal lo permite, llevaron a cabo aumentos del salario mínimo en consonancia con las prácticas nacionales, y en particular con la negociación colectiva, para reducir el impacto de la doble crisis sobre los trabajadores y los hogares de manera selectiva y ayudar a hacer frente a la escasez de mano de obra en determinados sectores, sin crear una espiral de precios y salarios.
El Grupo PPE pide que se organice un seguimiento de la Cumbre Social de Oporto para debatir y seguir actuando sobre los retos sociales y económicos de esta extraordinaria situación y para proteger a un número creciente de personas en Europa del creciente riesgo de pobreza. El Grupo PPE pide más incentivos fiscales armonizados para la investigación y el desarrollo con el fin de alcanzar el liderazgo tecnológico y, al mismo tiempo, encontrar soluciones para ahorrar energía, mejorar el suministro energético y el despliegue de infraestructuras de energías renovables.

2. Política monetaria

Respetando la independencia del Banco Central Europeo, el objetivo primordial de la política monetaria es mantener la estabilidad de los precios, lo que constituye una poderosa herramienta para luchar contra la inflación. Tradicionalmente, el Banco Central Europeo ha conseguido mantener a raya la inflación. Compartimos la observación de que la subida de los tipos de interés tiene un doble efecto: reduce las expectativas de inflación y aumenta al mismo tiempo el coste de los préstamos. Los bancos centrales de los Estados miembros no pertenecientes a la zona del euro deberían seguir la misma estrategia.

El Grupo del PPE pide al BCE que mantenga la determinación de subir los tipos de interés mientras las previsiones del BCE no varíen, teniendo en cuenta la Evaluación de la Proporcionalidad. Tomamos nota del lanzamiento del Instrumento de Protección de la Transmisión (IPT).
El BCE tiene que desarrollar una estrategia de comunicación creíble respaldada por medidas rápidas y tangibles para convencer a los ciudadanos europeos de que el BCE va en serio en la lucha contra la inflación.
Al tiempo que se centra en la estabilidad de precios, el BCE debe vigilar el valor exterior de la moneda única y su interacción con otras economías desarrolladas para evitar una "inflación importada" aún mayor. En este contexto, la caída del euro frente al dólar es especialmente preocupante, dado que los derivados energéticos se negocian en dólares y son cada vez más caros para los compradores mayoristas europeos. La reciente caída del tipo de cambio euro/dólar se ha convertido, por tanto, en un factor importante de la inflación de los precios de la energía. Para evitar un mayor deterioro del valor exterior del euro, el BCE debe actuar en sintonía con otros grandes bancos centrales, en particular la Reserva Federal.

3. Replantearse el suministro energético en Europa

Un suministro energético asequible, sostenible y seguro es la clave del futuro de Europa. Para lograrlo, necesitamos una política energética más europea. La reforma del mercado interior de la energía de la UE debe llevarse a cabo de forma más coherente; hay que evitar dependencias demasiado elevadas y las infraestructuras clave deben permanecer en manos europeas. Para que la energía siga siendo asequible y lograr la neutralidad climática, todas las opciones deben estar sobre la mesa. Esto significa sobre todo la expansión de las energías renovables, que reducirán los precios de la energía a medio plazo. A corto plazo, sin embargo, es necesario realizar grandes inversiones en las infraestructuras necesarias y en energías de transición para evitar interrupciones del suministro energético.

Las inversiones en energías renovables, eficiencia energética e infraestructuras energéticas, en particular los proyectos transfronterizos, deben acelerarse para evitar futuros choques energéticos en la economía de la UE, incluso mediante inversiones del Plan de Recuperación de la UE y RePowerEU.
El Grupo PPE pide a la Comisión que presente una propuesta legislativa concreta para acelerar los procedimientos de infraestructuras energéticas transfronterizas clave; en particular, debe darse prioridad a los interconectores que permitan el suministro de energías alternativas. Modernizando nuestras infraestructuras energéticas y de almacenamiento y nuestra interconexión transfronteriza, Europa puede ser más autosuficiente y garantizar un mejor funcionamiento del mercado energético y el suministro de seguridad. Europa no volverá a depender de la energía rusa.
El Grupo PPE aboga por la creación de un mercado interior de la energía plenamente integrado mediante más interconectores, como demuestra el ejemplo del que conecta la Península Ibérica con Francia, y mejores plataformas comerciales, que aliviarán la presión de los precios tanto sobre las empresas como sobre los consumidores. El Grupo PPE cree que un mercado único de la energía que funcione es una herramienta mejor para garantizar la seguridad del suministro energético a largo plazo que las decisiones de emergencia ad hoc.
La Comisión y los Estados miembros deberían establecer urgentemente el necesario Mecanismo de Solidaridad y Compensación y aplicar rápidamente las nuevas obligaciones de almacenamiento.
Pedimos que se recurra a las compras comunes voluntarias de productos energéticos para reducir los precios en las negociaciones y garantizar la seguridad del suministro a todos los Estados miembros.
Para luchar contra los elevados precios de la energía, la Comisión debería proponer urgentemente una revisión del Mecanismo de Fijación de Precios de la Energía de la UE. Esta revisión debería mejorar el funcionamiento y la resistencia del mercado mayorista de la electricidad de la UE y beneficiar a los consumidores y a las empresas, especialmente a los más vulnerables. Deben evitarse las medidas no adoptadas a nivel de la UE que impidan el funcionamiento del mercado interior de la UE y la libre competencia.
Para acelerar la transición es necesario, en particular , mitigar el precio de la electricidad. Necesitamos electricidad para descarbonizar la industria, los edificios y el transporte y para depender menos de Rusia.
Los Estados miembros deben hacer todo lo necesario para mantener o aumentar su producción nacional de energía. El aplazamiento de la energía nuclear y la eliminación progresiva del carbón no son tabúes y deben ser considerados por los Estados miembros para garantizar el suministro de seguridad y disminuir los precios de la energía. El aplazamiento de la eliminación progresiva de los combustibles fósiles debe ser temporal mientras dure la crisis actual e ir acompañado de un calendario concreto. Es necesario mejorar las infraestructuras existentes para crear una red troncal de hidrógeno adecuada. Hay que acelerar el avance del hidrógeno eliminando la burocracia y permitiendo que todas las centrales de energías renovables produzcan hidrógeno renovable. El uso de tecnologías energéticas bajas en carbono puede ayudar a mitigar el impacto del sector energético en el cambio climático, al tiempo que garantiza un suministro de energía resistente, fuerte y diversificado.
Necesitamos un nuevo enfoque para diversificar el suministro energético, que debería conducir a un planteamiento de diplomacia energética de la UE con los países socios y los foros internacionales para evitar fallos del mercado y aumentar la seguridad energética para todos. El Grupo PPE pide una Estrategia de Importación de Hidrógeno para aumentar y diversificar las importaciones de hidrógeno de terceros países.
El Grupo PPE pide la creación de un Inventario Europeo de Recursos Energéticos que recoja la información de los Estados miembros sobre sus recursos energéticos disponibles y potenciales para una mejor coordinación, una aceleración de los procedimientos necesarios y la optimización de la red energética. Sobre esta base, los Estados miembros podrían desarrollar sus "zonas de acceso" de acuerdo con el plan RePowerEU.

4. Diversificación de las cadenas de suministro y de valor

La transición energética y digital aumenta sustancialmente la demanda de determinados tipos de materias primas; al mismo tiempo, la crisis COVID-19 y la guerra de Rusia han provocado la interrupción de las cadenas de suministro y de valor, creando escasez de suministros y aumentando los costes de producción. Trabajando con socios internacionales, debemos garantizar la diversificación del suministro, impulsar nuevos Acuerdos de Libre Comercio, invertir en nuestras relaciones comerciales a través de nuevas alianzas energéticas (también en materias primas y tecnologías avanzadas), aprovechar el poder del mercado europeo a través de la contratación conjunta y ratificar rápidamente los acuerdos comerciales clave.

Para reforzar la dimensión internacional, el Grupo PPE aboga por una política comercial revitalizada, proactiva y específica, que incluya el fortalecimiento de las relaciones comerciales con los países de la Asociación Europea de Libre Comercio, también en la cuestión del acceso a materias primas (críticas). Queremos un renacimiento de la cooperación con los socios democráticos de todo el mundo: ahora es el momento de reforzar nuestras relaciones con socios fiables y de ideas afines con el objetivo de concluir rápidamente los Acuerdos de Libre Comercio que se están negociando.
Al mismo tiempo, la UE necesita acortar las cadenas de suministro y deslocalizar los procedimientos de producción esenciales para aumentar su capacidad de resistencia y reforzar su autonomía estratégica. El desarrollo de un mercado europeo de materias primas secundarias también aumentará la disponibilidad de insumos valiosos para la industria europea, reducirá el impacto medioambiental de su gestión y aumentará la circularidad de nuestra economía. El Grupo PPE pide una Estrategia sólida sobre Materias Primas y Materias Primas Críticas (CRM). Necesitamos un análisis en profundidad de la demanda y la oferta, y adoptar medidas para aliviar los cuellos de botella en el suministro - y aumentar la financiación, incluyendo herramientas de financiación de riesgo. Pedimos la identificación de proyectos de importancia estratégica y la creación de un Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI). Tomando como ejemplo el sector energético, estos proyectos deberían beneficiarse de procedimientos de autorización rápidos. Deberían estudiarse más a fondo las actividades mineras sostenibles y las posibilidades de abastecimiento en los Estados miembros. ElGrupo PPE pide a los Estados miembros que no prohíban la exploración o las actividades mineras sostenibles en su territorio.
El Grupo PPE pide que se estudie la formación de una cadena de suministro paneuropea para aumentar la autonomía en sectores críticos (como la fabricación de semiconductores). La deslocalización hacia los países de Europa Central y Oriental podría contribuir a frenar las perturbaciones en el futuro, así como a una mayor diversificación de las cadenas de suministro.

5. El coste de los negocios

Los elevados precios de la energía, la interrupción de las cadenas de suministro, la transición hacia la neutralidad climática y la nueva legislación en preparación: nuestras empresas están soportando el peso de todos estos acontecimientos. En conjunto, su efecto acumulativo puede poner en peligro nuestras empresas y los puestos de trabajo que proporcionan. También podría significar que ya no es sostenible seguir como hasta ahora.

El Grupo PPE pide que se alivie inmediatamente la carga que soportan las empresas invocando una moratoria normativa y que se retrasen aquellos actos que aumentarían innecesariamente los costes para las empresas que ya están sometidas a presión (como REACH).
El Grupo PPE pide a la Comisión que presente un análisis sector por sector del efecto acumulativo del aumento de los precios de la energía y las materias primas, la nueva legislación y el impacto de la guerra. Queremos ver una evaluación de impacto global e intersectorial sobre las revisiones de la legislación existente, así como sobre la nueva legislación en materia de energía.
El Grupo PPE pide a los Estados miembros que utilicen directamente los ingresos fiscales adicionales derivados del aumento de los precios de la energía para aliviar la carga que soportan los ciudadanos y las PYME.
El Grupo PPE apoya la desregulación de la instalación de energías renovables, en particular para los hogares. Reducir la burocracia es importante para aumentar la producción de energía en el sector privado y también motivaría a los hogares a gestionar la eficiencia energética. Instamos a los Estados miembros a que reduzcan la carga reglamentaria para la instalación y la aceptación de las energías renovables, en particular eliminando las barreras administrativas y simplificando la concesión de permisos, y pedimos a la Comisión que publique ejemplos de buenas prácticas de instalación no burocrática y soluciones operativas para las energías renovables como puntos de referencia en unas "Directrices para la expansión rápida y no burocrática de las energías renovables" y que organice un intercambio de experiencias entre los Estados miembros. Necesitamos un nuevo enfoque para legislar mejor con el fin de aplicar políticas con el menor coste posible para la sociedad. La Comisión tiene que aplicar por fin de forma proactiva el principio "One-In-One-Out ", que debería incluirse en la fase preparatoria de cada acto legislativo.
Como prioridad, nuestras políticas y normas reguladoras deben ofrecer ayuda a las PYME reduciendo la burocracia. Esto debería lograrse mediante una iniciativa completa de "reducción de la burocracia" post COVID-19 llevada a cabo por la Comisión. Para ello, debemos aumentar las inversiones en la digitalización de la administración pública, incluso a través del pilar de digitalización del Mecanismo de Recuperación y Recuperación. En particular, es necesario mejorar el acceso a la financiación para las PYME que se enfrentan a dificultades con el aumento de los costes de la energía.
En tiempos de crisis, el papel de la Comisión es asegurar el funcionamiento del Mercado Único, garantizando la libre circulación de trabajadores, bienes y servicios, especialmente en las regiones transfronterizas. COVID-19 y la guerra de Rusia han demostrado que Europa debe estar mejor preparada para los momentos de crisis y actuar unida. Para ello, el Grupo PPE acoge con gran satisfacción la propuesta de la Comisión Europea de un Instrumento de Emergencia del Mercado Único.
El Grupo PPE pide que el Mercado Ú nico aproveche todo su potencial para beneficiar a los consumidores europeos e impulsar la productividad y la competitividad eliminando las barreras existentes, como los requisitos técnicos especiales a nivel nacional y la aplicación incorrecta de las directivas de la UE, y que mejore el mecanismo de resolución de problemas "SOLVIT", contribuyendo así a la reducción de los niveles generales de precios.
El Grupo PPE pide a los Estados miembros que mejoren la participación en el mercado laboral eliminando obstáculos, también en ámbitos como la fiscalidad, la política social y el reconocimiento de cualificaciones.
Se anima a los Estados miembros a reformar sus sistemas educativos para adaptarlos mejor a las necesidades reales del mercado laboral. Los sistemas de formación profesional tienen un sólido historial en la enseñanza de competencias pertinentes. Es esencial facilitar el acceso a una rápida reconversión y mejora de las cualificaciones.
La crisis actual muestra la importancia de la autosuficiencia alimentaria. El Grupo PPE está convencido de que debemos hacer todo lo posible para mejorar la autosuficiencia alimentaria, incluidos los insumos agrícolas como fertilizantes y piensos. Al mismo tiempo, debemos evitar más legislación europea que ponga en peligro -o corra el riesgo de poner en peligro- nuestra autosuficiencia.

6. Presupuesto y apoyo financiero de la UE

El Grupo PPE pide que se utilicen plenamente todos los medios disponibles en el actual Marco Financiero Plurianual y que se reutilice todo el importe de las liberaciones de 2014-2020 para canalizar los fondos hacia las inversiones necesarias y contribuir a aliviar la escasez de suministro.
El Grupo PPE exige una revisión urgente del MFP para dar cabida al aumento de las necesidades de financiación tras un análisis en profundidad de las implicaciones de la guerra en las políticas actuales de la UE, así como del cambio hacia nuevas prioridades políticas y necesidades emergentes. La propuesta de revisión debería presentarse lo antes posible y, a más tardar, en el primer trimestre de 2023. El presupuesto de la UE debe ser más ágil para reaccionar ante las crisis que surjan durante los siete años de duración de la planificación financiera, preservando al mismo tiempo la financiación de los programas existentes.
Es necesario un debate serio sobre la futura financiación del presupuesto de la UE y la introducción de los nuevos recursos propios debería tener lugar según lo establecido en el Acuerdo Interinstitucional jurídicamente vinculante de 16 de diciembre de 2020. El Grupo PPE insta a la Comisión a que presente propuestas para una segunda cesta de nuevos recursos propios antes de finales de 2023 y pide a los Estados miembros que cooperen. Estos ingresos adicionales procedentes de los nuevos recursos propios son necesarios para cubrir al menos el reembolso de los costes del Instrumento de Recuperación/los costes relacionados con la NextGenerationEU, así como para garantizar una financiación sostenible del presupuesto de la UE a largo plazo.
En el marco de los programas de financiación de la UE existentes, los recursos presupuestarios deberían utilizarse mejor para hacer frente al impacto de la inflación en nuestros ciudadanos y empresas, en particular las PYME.
Un aumento del nivel de la garantía de la UE en el programa InvestEU podría impulsar la inversión en apoyo de las PYME europeas, incluso con fines de apoyo al capital, y la creación de una ventanilla específica para las empresas afectadas por las consecuencias de la guerra, y para proyectos relacionados con la independencia energética, lo que incluye el apoyo a los objetivos energéticos y climáticos de este programa, financiados con fondos frescos.
El apoyo solidario a los Estados miembros para hacer frente al aumento de los costes energéticos debe vincularse a la condicionalidad de realizar los esfuerzos necesarios para desvincular su suministro energético de Rusia.
Los Estados miembros y la Comisión deben seguir haciendo el mejor uso posible de la caja de herramientas de ayudas estatales, incluido el nuevo Marco Temporal de Crisis de Ayudas Estatales, como una salida limitada en el tiempo del statu quo.

7. Ahorrar energía

Reducir nuestro consumo de energía es crucial para luchar contra la subida de los precios del gas y del petróleo. Las políticas y programas ambiciosos a escala de la UE para viviendas y edificios energéticamente eficientes deben basarse en asociaciones significativas entre el sector público y el privado. Por lo tanto, debe haber mayores incentivos e inversión pública en torno a la rehabilitación o renovación para que las propiedades, fábricas y oficinas sean más eficientes desde el punto de vista energético.

El Grupo PPE cree firmemente que la eficiencia energética en todos los sectores será crucial tanto a corto plazo para mitigar los efectos de la escasez de energía, como a largo plazo para reducir los costes de los consumidores y de la industria.
El Grupo PPE pide a los Estados miembros que, coordinados por la Comisión, elaboren unas Orientaciones para la Conservación de la Energía destinadas a las empresas, la industria y los hogares, con el fin de que puedan prepararse para el invierno que se avecina y mejorar la eficiencia energética. En el caso de los hogares, además de consejos sobre el uso de la energía, debería incluirse información proactiva sobre los planes de financiación de las reformas domésticas.
Los paneles solares en los tejados , las bombas de calor y las pequeñas turbinas eólicas deben incrementarse en toda la UE para reducir el consumo de gas. Deben simplificarse o eliminarse todas las barreras administrativas y los Estados miembros deben poner a disposición importantes planes de subvenciones.
La UE debe poner a disposición campañas de información detalladas sobre consejos prácticos, eficaces y realistas para ahorrar en torno al coste de la vida y los costes energéticos en todos los idiomas, incluida información sobre los derechos de los consumidores en toda la UE.

Pedimos más ayudas para las reformas. Las reformas profundas, como el aislamiento de los edificios, suponen un coste significativo que la mayoría de los hogares no pueden permitirse. Por ello, el Grupo PPE pide que se facilite el acceso a los préstamos bancarios. Alentamos iniciativas más respetuosas con el medio ambiente, como vales para los viajeros que utilicen el ferrocarril o el transporte público e incentivos fiscales para promover el reciclaje y créditos y deducciones fiscales para la renovación de materiales y la eficiencia energética de edificios e instalaciones. Hacemos un llamamiento a los Estados miembros para que estudien la posibilidad de conceder incentivos a los consumidores, especialmente a las microempresas y pequeñas empresas y a los hogares que se esfuercen por ahorrar energía; por ejemplo, reduciendo el consumo de gas y electricidad, especialmente durante las horas punta.